Kilómetros: 36.60
Dificultad: ◊◊◊
IDG o Índice de Disfrute Global: 10
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Como si de una
parábola bíblica se tratase, un loco lo propuso y doce valientes le siguieron,
quedaron para hacer la ruta más exigente del año, la del jueves Santo o jueves
de Pasión, esa ruta que si no te mata, te hace más fuerte.
Desde unos días
atrás, la gente ya comentaba la dureza y lo complicado de los terrenos donde se
iba a desarrollar, es más, yo apostaría que alguno se lo pensó mejor y decidió
optar por otro plan más asequible, la ruta llamada de las tierras altas y que con
salida y llegada desde Berceo, discurre por terrenos de Villar de Torre,
Pazuengos, Lugar del Rio y San Millán de la Cogolla.
Con puntualidad
Suiza, a las nueve sale la procesión para cumplir con el santo encargo de
sufrir hasta la extenuación y de primeras comenzamos subiendo al pueblo para
salir de él y seguir con la subida por el camino de las charcas hasta llegar a
las faldas del monte, allí se suaviza la pendiente y vamos rodeando el bosque
por una pista muy verde y que en algunos tramos se burla de la comitiva
poniendo a nuestro paso rampas cortas pero con desniveles muy intensos.
Pasamos dos portillas
de ganadería y nos adentramos en el bosque por una senda fácil y disfrutona que
supongo a la mayoría se nos hace corta, de allí de nuevo salimos al camino que
separa el monte con los campos de cultivo, en este caso la mayoría de cereal y
luciendo un color verde intenso que llama poderosamente la atención.
El camino de repente
se vuelve a convertir en senda, esta vez para pasar por el puente de saca vacas,
y allí nos encontramos que unas hayas caídas nos cierran el paso y nos obligan
a descabalgar para pasar por debajo y así seguir por la senda que nos vuelve a
llevar al camino que lleva a Villar de Torre, en la bajada los primeros,
guiados por su instinto salvaje se saltan el track y rodeamos las pozas para
volver a conectar con la ruta prevista.
Desde ese punto
comienza la primera de las penitencias, subida continua en la que a algunos les
pareció poca cosa y decidieron subir picados para darle más valor añadido a su
sufrimiento (lo que hacen para ganar un trocito de cielo), una vez arriba,
reagrupamiento para continuar por dentro del bosque y asi disfrutar del mismo y
nos deja debajo del refugio de la Fonfría, al inicio de la pista de aterrizaje,
subida sin tregua por los pastizales y llegada al refugio, foto de grupo,
pequeño descanso para coger aire, alguno hace fotos con el paisaje magnifico y
sin más demora bajamos como balas al pueblo de Pazuengos donde recargamos
energías, unos con bocata, otros con geles y galletas y muchos con plátanos
(cada uno el suyo).
Una vez recargadas
las energías, el siguiente paso es afrontar lo que para muchos es lo más duro
del día, bueno, bonito y duro, (pobres incautos) la GR de bajada a Lugar del
rio, y como de una profecía se tratase, Juli ya nos describió lo que íbamos a
vivir y tal cual se cumplió, al inicio la senda pica un poco para arriba, se
adentra en el hayedo y nos hace esforzarnos para circular por ella, al salir
del hayedo, una pequeña pradera con unas vistas magnificas son el lugar idóneo
para el reagrupamiento, desde allí, entrada en el robledal, bajada continua
poco técnica para disfrutar y al salir a las praderas, la cosa se complica con
unas pendientes muy exigentes, piedras sueltas y pasos complicados que a la
mayoría nos hacen descabalgar para pasarlos.
Llegada a Lugar del
Rio donde algún lugareño nos indica la posibilidad de esquivar esa zona tan
técnica que por cierto ya sabíamos y a continuación vamos a la fuente a cargar
bidones y esperar al operario, que decidió tomar un atajo.
Una vez todos al
completo, continuamos la marcha cruzando el pueblo en dirección a San Lorenzo y
a la salida nos desviamos por un camino a la izquierda que nos lleva por
barranco de Valporonda, aquí es donde vamos a sufrir la verdadera penitencia,
las piernas cargadas, el sol castiga con dureza, no corre ni una gota de aire y
un km. y medio de subida con unos desniveles medios de 14 % por delante que
hace a muchos olvidar las sendas que acaban de afrontar.
Al terminar la subida,
parada de reagrupamiento y allí, se coge un poco de aire para poder seguir, es
donde nos damos cuenta que falta el señor operario, el cual en Lugar del rio
hizo una parada institucional en casa de un amigo, así que pensando que no
venía por el compromiso adquirido con alguna rubia fresquita y sin poder usar
la telefonía por falta de cobertura, se decide continuar ruta, el resto es muy
llevadero hasta llegar a Cabañares donde cogemos la GR que nos llevará a San
Millán de la Cogolla, una senda de bajada en la que gozamos todos como niños y
creo que nos dejó un muy buen sabor de boca.
Una
vez reunidos todos en el final de la senda, nos dirigimos al punto de partida y
donde descubrimos que el bueno del operario nos seguía los pasos (y nosotros
pensando mal), una vez allí, ducha, refrigerio y a comer, pero eso es otra
historia….
Autoctono, Julian.
El “Analis” del TRACK – IBP
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