La mañana amanece un poco “jodidilla, lloverá o no lloverá esa la pregunta”, la temperatura tampoco es muy baja unos 9º marca el termómetro.
Nos juntamos en la “eñe” tres locos, la intención es de dar la vuelta al espinal por la cara norte.
Salimos por el parque San Miguel hacia la Grajera, primer dato empiezan a caer unas gotas, a ver si llegamos a Navarrete, como vemos que cae poco subimos por la cuesta de la grajera y nos presentamos en Navarrete no sin antes esquivar a un montón de caminantes.
Llegamos al pueblo y sigue el agua, pero como no es mucha decidimos subir hasta Hornos, no sin antes parar en el parador para ponernos los chubasqueros. “Que guapos estamos”.
El camino hasta Hornos esta en prefectas condiciones y tras llegar al pueblo sigue lloviendo. Nos dirigimos a la ermita del cristo, de aquí nos dirigimos hacia la cuesta de los canes, (no creáis que es la crónica del sábado pasado, pues nuestra intencion es subir la dehesa del espinal por su cara norte).
Tras llegar a la portilla nos vamos por el camino que baja a Sotes, (aquí empieza lo bueno), el camino no es lo que era, pues lo arreglaron, pero tiene barro para dar y regalar, tanto que las ruedas van para donde quieren. Llega un momento en que el que suscribe da con los huesos en el suelo, (después de abarroncharme con la roca viva y echar unas risas, ver testimonio grafico). Seguimos hacia Sotes.
En el pueblo paramos un rato y viendo que el astro va a peor, pues no deja de caer agua, decidimos ir hacia Ventosa por el cementerio, y tras coger el camino de Santiago nos volvemos a Logroño.
LA TRASTIENDA DE LOS MOMIAS:
La mañana después de todo a estado bien, agua, barro, risas, el agua se seca, el barro se limpia y las risas se quedan para el recuerdo.
Esperemos que el siguiente día este mejor.
Hasta el sábado que viene momias nos vemos.
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